viernes, 9 de mayo de 2014

LA HERENCIA DE MI MADRE


Yo heredé de mi madre
sus ojos color marrón,
su pelo tan renegrido,
y su gran corazón.

De las cosas materiales
con nada me quedé yo,
pues esas son banales,
cosas sin ningún valor.

Alguna fotografía,
que le tomé algún día.
Estaba muy sonriente,
y a Dios agradecía.

lo conservo aún hoy.
Las cosas que le dolían
con ella se las llevó,
dolor y sufrimiento
a mí no me los mostró.

Heredé su misma sangre,
sus virtudes y defectos.
Su vigor, su fortaleza,
ella también me las dejó.

Su bondad y su ternura,
esas me las regaló,
estando ella con vida
siempre me las entregó.

Los recuerdos que tengo
los llevo en el corazón,
el amor que me brindaba,

Es la herencia más grande
que pudo haberme dejado,
durante toda mi vida
la seguiré conservando.

 Del libro "Una mujer, un mar en calma" de Arjona Delia

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