Para esas personas, esta palabra significa cambiar una serie de hábitos y perder su propia identidad.
Muchas veces nos sentimos indignos de vivir las cosas buenas que nos ocurren.
No las aceptamos porque, al hacerlo, tenemos la sensación de que le debemos algo a Dios.
Pensamos: "Es mejor no probar el cáliz de la felicidad, porque cuando nos falte sufriremos mucho"...
Por miedo a mermar,
dejamos de crecer.
Por miedo a llorar,
dejamos de reir.
dejamos de crecer.
Por miedo a llorar,
dejamos de reir.
© autor: Paulo Coelho
No hay comentarios:
Publicar un comentario