Cierra la puerta de los recuerdos dolorosos,
de las antiguas heridas y los viejos rencores.
Escoge un incidente de tu pasado
que te haya herido o perjudicado,
algo que te sea difícil perdonar y hasta evocar.
Pregúntate:
Hasta cuándo seguiré aferrándome a eso?
Hasta cuándo quiero sufrir
por algo que me sucedió en el pasado?
Ahora,
imagínate que estás ante un río
y que agarras esa vieja experiencia,
ese sufrimiento, ese dolor, ese resentimiento
y los hechas al río...
Mira cómo empiezan a disolverse
y a irse corriente abajo hasta disiparse
y desaparecer completamente.
Tienes la capacidad de liberarte.
Eres libre!!!
Repite esto siempre que puedas:
"Soy libre, me amo y me apruebo"
Así es y así será!!!
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